viernes, 10 de septiembre de 2010

¿Huelga la huelga?

Sí, amigos, el próximo 29 de Septiembre todos los españoles mayores de edad estamos llamados a la Huelga General para protestar contra la Reforma Laboral que el Gobierno, en total soledad, aprobó ayer en el Congreso. Y digo yo: escuchando a los líderes de la Oposición (horrible nombre, por cierto, habría que llamarlo Colaboración, ¿acaso no están ahí para eso, para colaborar???, en fin...) daba asco escuchar sus supuestas "indignaciones" por lo que ha hecho el Gobierno. ¿Y qué habrían hecho ellos, me pregunto?, hatajo de especuladores políticos que no saben qué deben (debemos) hacer como país para salir de esta crisis, inútiles todos ellos. Bueno, el caso es que los Sindicatos nos convocan a una Huelga, pero, ¿vamos a arreglar algo acudiendo a ella?. Es cierto que ciertos puntos de la Reforma son un atentado contra los derechos de los trabajadores: que nos puedan despedir por 20 días por año trabajado, independientemente de tu tipo de contrato no es más que el abaratamiento del despido. ¿Y esto va a conseguir que se cree más empleo?, que me explique alguien cómo, por favor. Sólo por eso ya sería necesario acudir a la Huelga. El problema está en que en España, la gente no confía en los políticos, da igual cual sea su signo. Tampoco confía en los sindicatos, conchavados desde hace mucho con el PSOE (hasta hace poco, con el carnet de uno te daban el carnet del otro, vergonzoso), no confía en los empresarios, que curiosamente, parecen los menos amenazantes de todo, ya que está claro que son "el malo" y que sólo miran por su interés, pero se les ve venir (líbreme Dios de los toros mansos...), a diferencia de los 2 primeros.
Pero lo más grave no es eso, lo más grave es que en España, los trabajadores no se fían ¡de los propios trabajadores!. Increible, ¿verdad?, pero deja de leer y piénsalo un segundo, y verás si no es cierto que es lo más grave de todo....  ¿Ya lo has pensado?: ¡claro!, la única fuerza (y debilidad) de los trabajadores siempre ha sido el asociacionismo: ser capaz de mirar a tu compañero de trabajo y decir: "yo soy como él, tengo problemas parecidos, sueldo parecido, trabajo parecido, luego por lógica, he de juntarme con él para resolver nuestros problemas comunes". Esta idea simple es de una fuerza aterradora, ha conseguido mover gobiernos, abolir leyes y hacer avanzar a la civilización. En la actualidad, esta "conciencia de clase" se ha perdido, por lo que el trabajador no se junta con sus compañeros más que para quejarse. Es triste,¿no?

martes, 7 de septiembre de 2010

La política de ayer, hoy y mañana

Como muchos españoles desde hace tiempo, cuando me levanto por la mañana y escucho (brevemente) las noticias, siento un desasosiego creciente en mi corazón. He notado que este sentimiento se agrava cuando las noticias que oigo son de política. ¿Por qué?, me pregunto ingenuamente, los "hombres de estado" deberían ser unos referentes, deberían ser líderes, grandes estadistas, lo mejor que la raza humana puede ofrecer, dado que tienen las más altas responsabilidades. Sin embargo, cuando me asomo a los telediarios, periódicos o tertulias locales en los que aparecen, el único sentimiento que me provocan es el de la repulsa. Y me pregunto, ¿acaso debe ser así?, ¿es que NO PUEDE haber políticos honrados?, gente trabajadora que está ahí por el afán de hacer algo bueno por sus semenjantes.
No es posible que todos sean tan repugnantes como parece por casualidad, tiene que haber una razón. Y ésta, sospecho que tiene que ver con la forma de llegar a los cargos. Pienso que hay veces en que la vida tiene características fractálicas, es decir, por usar el símil fácil: en las formas matemáticas de los fractales, todo se repite aunque variando sólo la escala, por ejemplo: si observas una montaña desde 100 km de distancia, tiene una forma. Pero si te acercas a ella y te centras en un pico de esa montaña, verás que esa forma básica se mantiene. Si te acercas más y ves una roca dentro de ese pico, también tendrá una forma básica parecida. Y así hasta llegar a nivel microscópico. Yo creo que con las personas ocurre lo mismo: yo no necesito conocer a Zapatero o a Rajoy en persona: me basta con mirar a mi alrededor para darme cuenta de cómo son, puesto que las personas son iguales en todos los sitios.
Y si miro a mi alrededor, ¿qué es lo que veo?, por mucho que lo intento no consigo encontrar a nadie que: 1.- Esté en una posición de poder
2.- Y a la vez lo haga de manera desinteresada
En la comunidad de vecinos, por ejemplo, ¿por qué nadie quiere ser presidente?: echar una mano a sus vecinos, fomentar la convivencia, etc por amor al arte. Pues efectivamente, nadie quiere, todos preferimos ir a lo nuestro. En la clase de los niños, ¿por qué nadie quiere ser delegado de curso?, desde ahí se pueden trasladar peticiones a los profesores, actuar de líder con los alumnos, etc. Tampoco quiere nadie (y esta tendencia se mantiene hasta la Universidad).
Esos cargos que decimos tienen una cosa en común: no ganas NADA por desempeñarlos, y además, si no andas con ojo, te llevas palos. Por lo tanto, si yo NO estoy dispuesto ni siquiera a gastar 1 hora de mi vida al mes sirviendo a mis vecinos en aras de la convivencia, ¿cómo puedo criticar al político que no trabaja por mi bienestar?. Por eso los políticos cobran (y cobran bien), tienen influencia, salen en los medios, etc. Porque si no fuera así, NADIE querría serlo. Pienso que debemos partir de esta base para poder entender a la clase política

jueves, 2 de septiembre de 2010

Diferencias

¿Es el hombre intrínsecamente machista?. Hoy en día estamos en un mundo (al menos los que estamos en España, como es mi paso) casi totalmente libre de cualquier forma "oficial" de machismo. Los defensores de los derechos de la mujer insisten en que hay una forma "encubierta" de machismo que todavía impera en nuestra sociedad. Esto, que puede ser cierto, choca con mi forma de pensar: siempre he estado en colegios mixtos, he tenido profesores de Escuela hombres y mujeres indistintamente, exactamente igual en el Instituto, en la Universidad y ahora en el trabajo exactamente igual: tengo compañeros y compañeras, jefes y jefas, así que, hasta donde yo puedo ver, no hay machismo, ni oficial ni "latente".

Ahora bien, mi mente científica no puede dejar de reconocer el hecho de que durante la gran parte de la historia pasada, desde que el hombre es hombre, las sociedades han sido mayormente Patriarcales o como mucho Mixtas. Salvo el anecdótico mito de las Amazonas, en casi ninguna sociedad ha dominado el poder la mujer. Así pues, me pregunto si no estaremos ante un hecho casi sin parangón en la historia: la mujer tiene poder de decisión EN IGUALDAD DE CONDICIONES con el hombre. ¿Qué repercusiones puede tener esto en nuestra sociedad?. Personalmente, creo que son tan amplias que es imposible resumirlas en un sólo escrito, por lo que me voy a centrar en una repercusión muy clara que a mi juicio va a tener: las Guerras.

En mi opinión, hombres y mujeres no son iguales, pueden ser equivalentes, tener los mismos derechos, las mismas oportunidades, etc, pero nunca podrán ser iguales. Dejando aparte los tópicos (ellas quieren tener niños, son más cariñosas, más manipuladoras, menos violentas) que algo de verdad tienen, es innegable la diferencia que nos separa y cualquier debate sobre la igualdad debe empezar admitiendo esta premisa.

Necesidades

Comienzo diciendo que no sé si es lo más correcto abrir mi corazón a las procelosas aguas de Internet para que cualquiera pueda leerlo. Inmediatamente después, comprendo que "cualquiera" puede convertirse en nadie o al menos en muy poca gente, por lo que, con mi ánimo fortalecido por esta conclusión, sigo adelante.

Vi una película hace tiempo en el que a una persona le daban un lápiz y un cuaderno en blanco para que escribiera lo primero que le viniera a la mente, sin permitir que su "yo consciente" examinara eso. Es decir, era una forma de conectar "corazón y mano", sin pasar por el cerebro. Hace falta mucha práctica para dominar esta técnica, pero cuando lo logras estableces una comunicación unidireccional entre tu mente y el papel, lo que te permite luego leer con tu mente consciente lo que has escrito y de esta forma, aprender más sobre ti mismo y tus motivaciones, lo cual puede, en última instancia, ayudarte a ser más feliz, que es el propósito al que todo ser humano con un mínimo de inteligencia debería aspirar.